domingo, 19 de octubre de 2008

La imagen le pertenece a este estupendo artista.
http://spacecoyote.deviantart.com/art/Futurama-Super-Happy-Fun-Show-46124117

"Señor, señor!" dijo el alterado científico, entrando apresuradamente en la habitación.

El capitán de las Fuerzas de Seguridad Espacial dio un respingo, sobresaltado por la súbita y alterada aparición del prometedor joven. Se giró, con el ceño fruncido, y el rostro serio, y miró al muchacho con esa mirada que amenaza. Ya podría ser algo importante, o el joven sufriría de su iracunda impaciencia.

"Que ocurre, Makos." preguntó el Capitán.

"Hemos conseguido descifrar el mensaje que llegó hace nueve meses, desde el sector I-48." dijo el joven, sujetando un arrugado papel entre sus temblorosas manos.

"Y bien?" dijo secamente el alto oficial.

"Parece ser que proviene de una civilización inteligente, intentando establecer contacto!" el muchacho parecía a punto de echarse a llorar de la emoción.

El Capitán se giró hacia las numerosas pantallas que poblaban la sala. Millares de estrellas brillaban en ellas, chispeando, tintineando con ese silencioso parlotear, con ese lenguaje místico y milenario. Tantos secretos ocultaban tras sus fulgurantes auras, tras su poderoso corazón nuclear. Tan hermosas eran, y tan terribles a un tiempo.

Era normal la reacción del muchacho. Finalmente, tras tantos años de exploración por el frío e inmenso espacio, no estaban solos. Habían encontrado vida anteriormente, en cientos de sistemas estelares en la cercanía. Sin embargo, o eran planetas poblados por animales, o eran demasiado incivilizados, o demasiado bélicos, como para poder establecer un contacto con ellos. El Capitán no esperaba vivir para llegar a ver el día en que sus exhaustivas búsquedas diesen con el fruto de un contacto con otra civilización, la cual debía estar interesada en encontrar, al igual que ellos, vecinos en el vacío. Aquel había sido un texto codificado en lenguaje matemático, difícil de descifrar, pero que denotaba un genuino interés en contactar pacíficamente con otra civilización.

"Que dice?" preguntó el Capitán.

"Bueno, es un poco extraño... lo primero nos dice que son SETI, y explica que son formas de vida formadas de carbono, y que respiran oxígeno, y beben agua." dijo Makos, mirando su informe arrugado, y medio roto.

Estupendo. Pensó el Capitán. Nos cuentan sus debilidades. No deben ser demasiado inteligentes.

"Luego nos dicen que son un planeta pequeño, el tercero a partir de un Sol. Viven en una galaxia en espiral llamada La Vía Láctea." dijo el joven, algo afligido.

El Capitán miró al inmenso mapa que tenían del Espacio Conocido, un enorme tapíz de cientos de metros, que cubría toda la pared de la inmensa sala. El Sector I-48 era un trozo de cinco metros por cinco metros. EL Capitán no pudo más que preguntarse cual de los miles de galaxias en espiral dentro de ese sector sería la culpable. Cual de los millares de estrellas sería la madre de aquel mensaje. Y cual de los miles de millones de planetas albergaría aquella raza.

Pero ante todo, no pudo evitar preguntarse como una raza con tan poco criterio había sido capáz de desarrollar una tecnología suficiente como para enviar un mensaje al espacio exterior.

Al menos podía alegrarse de la estupidez de los SETI, ya que de haber dado con una raza hostíl, estarán lo suficientemente seguros de que no serían atacados.

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